El estallido social del 2018 en Nicaragua reunió a la población civil a manifestarse en las calles. Pese a las grandes dificultades y desigualdades a las cuales hacen frente las personas LGBTIQ+ en Nicaragua, éstas se hicieron notar entre las miles de personas manifestantes que acudían a cada marcha, un hito dentro de un hito.

Sin embargo, fuera de participar en innumerables luchas reivindicativas de los derechos humanos, aun la discriminación hacia las personas LGBTIQ+ se observa en todas las esferas, pues “ser una persona gay, trans o lesbiana se convirtió en todo un suplicio [...] en la vida pública del país”.

En medio de las adversidades, las organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos de la comunidad diversa han logrado evidenciar la violencia basada en prejuicios y estereotipos que sufren las personas LGBTIQ+. Vienen demostrando que la mayoría de los actos de violencia contra ellas son perpetrados por las instituciones estatales, como el Ministerio de Salud y la Policía Nacional, quienes, en vez de asegurar el resguardo de la integridad de toda la ciudadanía, estigmatizan las orientaciones sexuales, identidades de género y cuerpos disidentes. Siendo un posible indicador o alarma de que la violencia hacia la comunidad diversa en contexto de crisis sociopolítica se hace más evidente a través de actos direccionados desde el odio, el desprecio y la discriminación, por no cumplir con las normas del sistema tradicional, y sobre todo por alzar sus voces disidentes ante las arbitrariedades del gobierno nicaragüense.

En 2019 la Mesa Nacional LGBTIQ+ Nicaragüense presentó en Costa Rica el “Informe de Afectaciones a las Personas LGBTIQ+ en el Marco de las Protestas en Nicaragua”, donde se recopilan testimonios anónimos de más de 200 personas LGBTIQ+ que fueron agredidas por personas afines al gobierno nicaragüense.

En el mismo informe, se revelan más de 18 afectaciones que van desde el acceso remoto a cuentas de redes sociales, hasta violación o asesinato, todas acompañadas de discursos de odio en cuanto a orientación sexual e identidad de género. También se conocieron los casos de tres mujeres transgénero que fueron apresadas en cárceles para hombres, violentando su integridad pe identidad de género desde las autoridades estatales.

En este contexto, muchas personas de la comunidad LGBTIQ+ se vieron obligadas a exiliarse, porque en Nicaragua, si antes de la crisis sociopolitica no se les podía garantizar sus derechos humanos, como el derecho a una vida libre de violencia y discriminación, mucho menos se les garantizaría en tiempos de crisis sociopolítica.

Resistiendo desde el exilio

En 2019 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presentó el “Estudio Preliminar de Flujos Migratorios Mixtos Nicaragüenses entre abril 2018 y junio 2019” [4]. De una muestra de 491 personas encuestadas, el 4% se identificaron como parte de la comunidad LGBTIQ+, de las cuales si bien el 86% dijo sentirse en seguridad en Costa Rica, para un 57% de estas personas, las condiciones de vivienda empeoraron. Y es que el acceso a fuentes de ingresos a través de un trabajo digno y estable para responder a necesidades de vivienda, alimentación, salud y educación, ha sido uno de los principales retos que ha enfrentado la población nicaragüense exiliada. A esta situación se suma el actual contexto de la pandemia global que ha remarcado los índices de desigualdad, empeorando sus condiciones de vida.

En Costa Rica, las personas LGBTIQ+ exiliadas siguen resistiendo, cada una desde sus propias posibilidades y, a su vez, articulándose para apoyarse de manera emocional, en la búsqueda de apoyo bajo la línea humanitaria y de empoderamiento en los derechos humanos, el respeto a sus identidades e integridad, partiendo de su condición migratoria como solicitantes de refugio.

Entre los grupos de nicaragüense articulados en el exilio, podemos encontrar a la Mesa de Articulación LGBTIQ+ Nicaragüense en el Exilio - MESART, un espacio de coordinación y comunicación de personas de sexualidad diversa y género no-binario que busca asistir y fortalecer a la comunidad LGBTIQ+ en el exilio en aras de identificar y, dar respuesta a sus necesidades humanitarias, laborales y jurídicas.

La comunidad diversa nicaragüense exiliada en Costa Rica se acuerpa y se mantiene firme en la defensa de los derechos humanos, en la participación activa y autónoma por una Nicaragua con justicia, democracia y libertad.

Algunas de las acciones que desde MESART se han promovido tiene que ver con gestión de recursos: apoyos económicos para el pago de vivienda, entrega de paquetes de alimentación, entrega de paquetes de higiene y protección del COVID-19, acompañamiento psicoemocional, referencia de casos con organizaciones aliadas, empoderamiento de los derechos a través de espacios de fortalecimiento, activismo y posicionamiento digital a través de las redes sociales en temas de sensibilización sobre la discriminación, la desigualdad de género, la cultura de respeto y por supuesto, la violación de derechos humanos que se vive en Nicaragua.

Para brindar acompañamiento a las comunidades diversas desde el exilio, MESART ha tejido redes que permiten brindar acompañamiento a las personas LGTBIQ+, y se han articulado acciones valiosas con organizaciones como Cenderos – Centro de Derechos sociales de las personas migrantes, Colectivo la Colmena de las Brujas, Red de Mujeres Migrantes, TCU-Migraciones de la Universidad de Costa Rica, Fundación Acceso y Voces Fieras; así como con organizaciones internacionales como RET, Human Rights in the Picture, Give a Damn Foundation, ACNUR e HIVOS Latin America. Estas son algunas de las alianzas que han permitido brindar mayor apoyo llevando y posicionando las voces diversas.

MESART tiene un compromiso con los derechos humanos, con las personas que le solicitan apoyo. Su credibilidad territorial nace por y para las personas LGBTIQ+ nicaragüenses exiliadas.

“La Mejor Forma de Construir el Futuro es Uniendo la Diversidad de Fuerza”. Un pensamiento por el que toda la comunidad nicaragüense ha luchado y que alimenta la esperanza por lograr un bien común.

Mesa de Articulación LGBTIQ+ en el Exilio

[Fotografías: Víctor Manuel Pérez, Fransk Martínez]

Este artículo es parte de la revista de PBI Nicaragua en Costa Rica “Voces nicaragüenses en resistencia”, un proyecto que une distintas voces del exilio nicaragüense en Costa Rica. Se trata de un homenaje a las organizaciones y colectivos nicaragüenses que, desde el exilio, trabajan continuamente en la defensa de los derechos humanos, reuniendo las voces y los testimonios de quienes promueven esta labor a través de la acción no violenta y bajo una cultura de paz.