El 2 de octubre celebramos el Día Internacional de la No-violencia y el cumpleaños de Mahatma Gandhi.  La Asamblea General de la ONU empezó a conmemorar este día en 2007 para visibilizar y educar el público sobe el principio de la no-violencia.  El objetivo de la resolución es asegurar una “cultura de paz, tolerancia, entendimiento y no-violencia”.

Mahatma Gandhi es un icono por su liderazgo en el movimiento de independencia de la India, a través de la protesta no-violenta. Gandhi inspiró una cultura de prácticas de derechos civiles como las marchas pacíficas y las huelgas de hambre en la historia contemporánea. Martin Luther King Jr. es una figura notable quien tomó inspiración de la filosofía de Gandhi durante el movimiento para los Derechos Civiles en los Estados Unidos durante los 50s y 60s. 

En PBI, la filosofía de la no-violencia es la base de nuestro trabajo.  Estamos convencidas y convencidos de que la paz duradera solo se puede lograr con métodos pacíficos, y rechazamos cualquier forma de violencia de cualquier fuente. Animamos al diálogo y a la transparencia para crear las condiciones de confianza requeridas para construir la paz.  El objetivo de PBI es superar la injusticia y la violencia para construir sociedades en paz, donde los derechos humanos estén protegidos, respetados y garantizados, asegurando a su vez la protección de las personas que defienden estos derechos.

En la práctica, PBI rechaza cualquier acompañamiento armado y solo apoya a organizaciones e individuos quienes viven por el mismo principio. En adición, PBI trabaja por consenso, aplicando una estructura horizontal por toda la organización. Eso lo entendemos como la no-violencia en práctica, animando a la participación, el diálogo y la transparencia para evitar conflictos y animar a la colaboración.  Eso nos permite ser coherentes con nuestros procesos internos de toma de decisiones y nuestros principios y convicciones. Todas las personas que pasan por PBI reciben formación para poder participar en la estructura de la organización, para que entiendan la importancia de la no-violencia en las decisiones de sus vidas cotidianas, como tratar a otras personas y como vivir en comunidad bajo estos principios.

PBI ha apoyado a personas defensoras, manteniendo sus espacios de trabajo de manera no-violenta.  Un ejemplo es nuestro acompañamiento a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó en Colombia. PBI ha estado acompañando a la comunidad desde 1999.

La historia de la Comunidad de Paz en Colombia empezó por la violencia en la región de San José de Apartadó. Apartadó es una zona estratégica en la subregión de Urabá en el noreste de Colombia.  En esta región, el clima es húmedo todo el año y cultivos como banano, plátano y coca lo han convertido en una zona de alto interés económico para los grupos guerrilleros, los grupos paramilitares, el ejército nacional y las empresas privadas. Las comunidades que se encuentran en la mitad del conflicto entre estos actores son las más vulnerables y afectadas por la violencia.

El conflicto inició cuando actores armados forzaron el desplazamiento de la comunidad campesina.  Pero en 1997, la comunidad inició el proyecto de constituirse en Comunidad de Paz y se declaró neutral en el conflicto armado, rechazando la presencia de actores armados en sus territorios y negando apoyar a ninguno en cualquier cosa.

Desde entonces, la Comunidad de Paz ha enfrentado varias amenazas y ataques en contra de su soberanía y principios. La peor masacre que han enfrentado fue en 2005, donde mataron a ocho personas, siete de las cuales fueron miembros de la Comunidad de Paz. La lucha no-violenta no siempre anima al mismo trato de vuelta. Tanto Gandhi como King fueron asesinados por su activismo.

Hoy, a pesar del riesgo constante y retos persistentes, las personas en la Comunidad de Paz han podido mantenerse en su territorio, cultivando cacao y otros cultivos para la exportación a Europa.  La presencia de PBI brinda apoyo internacional en la forma de solidaridad y redes de apoyo que se puede activar para asegurar la protección de la comunidad.

Haciendo sentirles a estas comunidades que no están solas, que hay personas que les apoya y que el mundo está mirando, los esfuerzos para construir una paz duradera son posibles. Como dijo Gandhi, “Frente a la muerte, persiste la vida.  Frente a la no-verdad, persiste la verdad.  Frente a la oscuridad, persiste la luz.” Así la no-violencia ofrece optimismo, solidaridad y fraternidad, hasta en tiempos de violencia.