¿De dónde vino la idea de una “brigada de paz”?

La idea de una fuerza de paz desarmada, no violenta, proviene de dos fuentes diferentes: los cuáqueros y Gandhi.

En la Inglaterra del siglo XVII, los Cuáqueros ofrecieron sus servicios como mediadores antes o durante los conflictos. Sus prácticas estaban arraigadas en la creencia cuáquera de que hay una parte de Dios en cada uno de nosotros, por lo tanto, nadie debía ser degradado, explotado o asesinado.

La segunda fuente es la filosofía y obra de Gandhi. Gandhi entrenó grupos en la protesta no violenta y la interposición en conflictos, comenzando con su “ejército de paz” en Sudáfrica entre 1911 a 1913. Como protesta ante la discriminación que sufrían los indios, varios miles de mujeres, a quienes luego se unieron los hombres, marcharon ilegalmente para ser arrestados y levantar entonces la indigación pública contra su cautiverio.

Cuando volvió a la India, Gandhi organizó voluntarios de paz para mediar en las revueltas en Bombay, llamándolos Shanti Sena (Ejército de Paz o Brigada de Paz). Sus acciones estaban basadas en los siguientes principios: no llevar armas, ni siquiera palos, no tener remuneración, vestir uniformes, aceptar la autodisciplina voluntariamente, y practicar la no violencia en pensamiento, palabra y obra.

Gandhi creía que un grupo de personas neutrales, entrenado y listo para sufrir los abusos, las lesiones o incluso la muerte, mientras actuaban para salvar vidas, tendría la autoridad moral para dar un sentido de humanidad a todas las partes en conflicto. Eventualmente, esto convencería a los enemigos en buscar una solución alternativa. Gandhi empezó sin ningún proyecto. Él creía que un pequeño grupo de gente determinada, con una convicción fuerte, podría cambiar el curso de la historia en la posteridad.

La Brigada Mundial de Paz (World Peace Brigade - WPB)

En 1962, después de la muerte de Gandhi, los activistas Shanti Sena establecieron una Brigada de Paz Mundial (WPB), incluyendo a Jayaprakash Narayan, un socio cercano de Gandhi, Michael Scott de Gran Bretaña, conocido por su trabajo en la liberación africana, y A.J.Muste, un veterano de la acción no violenta de Estados Unidos.

Los patrocinadores de WPB incluían a Julius Nyerere (entonces Primer Ministro de Tanganika) y Kenneth Kaunda, quien fue presidente de Zambia más tarde. De 1962 a 1964, WPB promovió la no violencia como parte de las luchas de liberación africanas.

WPB colapsó principalmente por dificultades de comunicación -en esos días anteriores al fax y al correo electrónico- y de financiación. Como comentó Charles Walker en la reunión fundacional de PBI: ’El problema de World Peace Brigade era: dinero, dinero, dinero… muy pocas cosas en el mundo mejoran con falta de dinero.’

Desde 1964 hasta 1972, Shanti Sena participó en las negociaciones para el cese de hostilidades en la guerra de diez años entre el pueblo Naga y el gobierno indio. Se mantuvieron equipos de observación en la región durante los siguientes seis años.

Durante la crisis de 1971 que resultó en la fundación de Bangladesh, las brigadas de paz realizaron una variedad de roles. Desde 1972 hasta 1974, Cyprus Resettlement Project (Proyecto de Reasentamiento Chipriota) ayudó a reasentarse a 5.000 refugiados griegos y entre 15.000-20.000 refugiados turcos que huyeron de sus pueblos durante el combate de 1963.

La siguiente ola de iniciativas de las brigadas de paz surgió en la década de 1980 en América Central, donde se fundaron de manera independiente dos nuevas organizaciones: Brigadas Internacionales de Paz y Witness for Peace. Impulsadas por un movimiento solidario global sin precedentes con los pobres de América Central y, simultáneamente, por la rápida expansión del movimiento global de derechos humanos, las dos organizaciones movilizaron a miles de ciudadanos de todo el mundo por una presencia de paz a largo plazo en Nicaragua, Guatemala y El Salvador.

La eficacia de los dos esfuerzos se basó no tanto en la idea de las brigadas de paz como intervención activista en los conflictos, sino en la manera de tomar ventaja del poder político inherente en la presencia de ciudadanos extranjeros en una zona de conflicto. Las nuevas organizaciones también aprovecharon el creciente impacto de la educación internacional y de la influencia no gubernamental en conflictos internacionales y abusos de derechos humanos. Estos efectos combinados se hicieron conocidos como “acompañamiento protector”.

Gracias al trabajo y al éxito de PBI, el acompañamiento ha sido adoptado por la comunidad internacional de derechos humanos ya que demostró ser eficaz donde otros mecanismos internacionales de derechos humanos habían fallado. En una conferencia internacional sobre la protección a los defensores de los derechos humanos organizada por Amnistía Internacional en Colombia, se concluyó que el acompañamiento internacional es una de las relevantes herramientas para la protección de los defensores de los derechos humanos en el terreno. Varios movimientos de solidaridad también adoptaron el acompañamiento protector. A diferencia de los esfuerzos activistas, el acompañamiento reduce la interferencia ajena y fortalece una auto determinación y confianza de las organizaciones locales en lugar de reemplazarlas implícitamente.